Ya están golpeandonos los techos. Nos dejaron sin salida y sin aire.
Sólo queda tragarse las ansias, esperar.
Mientras tanto sólo podemos escaparnos momentáneamente de
ésta realidad con el primer sapo simpático que pose en nuestra ventana.
Y así, sumergirnos a explorar flotando en hojas marineras.
Por fin, de una vez por todas, de esta forma.. la desepción nunca llegó.
Sólo queda tragarse las ansias, esperar.
Mientras tanto sólo podemos escaparnos momentáneamente de
ésta realidad con el primer sapo simpático que pose en nuestra ventana.
Y así, sumergirnos a explorar flotando en hojas marineras.
Por fin, de una vez por todas, de esta forma.. la desepción nunca llegó.