In-des.cifrable-es

Yo dije que no quería rodearme de vacíos. Me alejé.
Quedé en un tiempo repleto de tanto. Feliz.
Hoy esos vacíos, reaparecen y me buscan, llenos.
No sé distinguir, no es una mirada transparente.
Sus ojos estan nublados. Parcialmente. O los míos.
Quizá no sea real.
Quizá me pierda de algo sensacional.
Perderse para encontrar.

Luna nueva naciente.

A vos, querido lector, que no sabes en verdad quién sos o si sos o no sos.
Con cariño te cuento que el silencio de la noche me susurra tu mirada pegajosa, esa que tenes cuando nos sentamos uno al lado del otro, con la guitarra en el medio y con la voz abrazándonos, envolviéndonos, viajandonos en nubes con los ojos cerrados. Que el viento quiere imitar tus brazos cuando me estrujas en ellos, así como le gusta creer que puede hacerme caricias con texturas similares a las tuyas. Que las horas se esfuerzan por jugar inocentemente a que cada pestaneo estoy más cerca de sentirte. Que la multitud no logró esconderte, yo te ví, estabas.. tus ojitos brillaban, tus orejas bien presentes reflejadas en  tu sonrisa. Que la luna hoy, tiene forma de barco y ansío que navegemos juntos, en un mar de estrellas abundantes como las de ese cielo que contemplamos llenos de algo que nos rebalsaba y no sabíamos qué era exactamente. Que hoy soy, lejos tuyo y cerca también. Que si te extraño no es extraño. Sos un ser entrañoex. Dentro, fuera. Que al despertar y estirarme, siento tus dedos recoriendome como si fueran la carbonilla de tus dibujos en mí, de mí. Que en las copas de vino, analizando el color siempre me encuentro tus labios. Que tu perfume se me perdió y mi nariz ya no lo busca, pero mi piel lo anhela. Que mis dedos juguetones bailan en cada espera, sobre paredes, mesas, piernas, aires, practicando nuevas coreografías para bailarlas en nuestro encuentro sobre tu espalda. Que mi piel exhala todavía tus besos; y que al cerrar los ojos vuelve tu barba como un cactus en ella. Que el fuego de tu sonrisa chispea en mi mente y es motor de algunas de mis creaciones. Que tu voz anónima entre mis recuerdos aparece en sueños, dibuja paisajes, me cuenta poesías, me lleva a volar por el espacio hasta que caigo en despertarme. Que aunque no estés rondándome ninguno de todos mis sentidos, mi risa amanece feliz y aventurera diariamente a ver con qué se encontrará.

Larealité.

Es un personaje quién escribe, no soy yo.
Es un personaje quién canta e interpreta, no soy yo.
Es un personaje el que decia los monólogos, no soy yo.
Si bien en todos hay tintes míos, la ficción es más fuerte, y tira todo con más emoción
hacia extremos dulces, extremos tristes, o mismo a neutralidades.
A la ténue luz del velador, pensando en que te estaba pensando,
me di cuenta que con vos también es ficción. Que puede haber un tinte
de realidad, pero abunda la ficción. Seguimos interpretando libretos,
ahora cambiando un poco los papeles. Pero al fin y al cabo...
nada cambio, ¿o sí?. Sigue siendo un juego. Eternamente niña.

¿?

De pronto las cosas aparecen. Aparecen y dan vuelta adentro tuyo, cosas que decías nunca pasarían, para que sí que pasen ahora y acá.
La vida tan dulce y exquicita, se las rebusca para envolvernos en felicidad.
Es cuestión de saber dejarse fluir, de no esperar nada, que todo sea sorpresa.
Un día te encontras feliz enamorado de la música, de los paisajes que te rodean
en tu vida cotidiana o de los que estan un poco más lejos que de la cotidianeidad.
Al otro te encontras muerto de miedo, preguntando qué día fue
que las cosas cambiaron sin que me de cuenta y se dieron así,
para que ahora me esté encariñando de un alguien.
¿Mañana? mañana no sé, pero no me voy a dejar estática, ni pensaré en mañanas,
 voy a vivir y ver a dónde me quiere llevar esta vida.
 Confiaré en sus rebuscadas búsquedas.
Aunque en ello se me fueran algunas desilusiones. No es nada que no haya pasado antes,
nada de lo que no se pueda curar con todo lo demás que me rodea,
y que me rodeará  más que seguro en próximos 'mañanas'.
Todo es por algo. Algo es por todo. Todo es algo y algo es todo.

Camino a las Salinas

Un hermoso camino, tanta hermosura que mis ojos explotan de belleza.
Explotar y ser lluvia, caer y besar la hermosa tierra;
evaporarme y ser nube para abrazar las montañas;
bajar y plantarme como cactus;
transformarme en parte del paisaje y seguir viéndolo.
Más tarde ser pájaro y así cantarle a las montañas y verlas desde otros puntos de vista.
El auto seguía avanzando, la belleza no cesaba y de pront fue así, exploté de emoción,
de belleza, y unas lágrimas brotaron. Fui lluvia.

Despedida.

Vi cómo te alejabas.
Tu barco zarpó, cruzando al otro lado
en la inmensa noche fría, que abrazaba
con su lluvia envolvente de melancolía.

No pude más que saludarte con la mano,
desde lejos, sin siquiera me veas,
 por la neblina. Y dejar mis lágrimas caer.
Sabiendo que allí se iba un barco repleto
de ideales con los que me gustaba platicar
durante horas, en cualquier lugar.

Se fueron de mí, esos labios, mujer.
Los labios que decian de la forma más dulce
lo que fuera. Esos ojos, transparentes de mirada
muy cálida, que daba gusto tener en frente.
Ese rostro que podría haberme quedado
durante horas enteras contemplándolo.

Sólo queda preguntarme, ¿por qué no te corrí?
Pienso y repienso, ese último abrazo que no te daré
y esa espalda, tu bonita espalda tambaleandose en el muelle
titiritando de frío. Como si a gritos me pidiese
que no me quede mirando, que valla a acariciarla
una última vez.

Ay mujer, me dejas en un cielo sin estrellas
y sin tí, mi luz incandecente.

El viento silba furioso.

Quien quiera que fueras, cualfuera la forma que poseas. Oh por favor, no aparezcas.
La sola idea de que rondes por aquí causó revoluciones imposibles en la realidad.
Es que no hay espacio. Todo, absolutamente todo por más empeño que se le ponga
en formularlo bien, finalmente se deforma, se desformula para llegar distorcionado
y ser mal interpretado. O será que pocos saben qué formulan y cómo,  para luego
poder hacerse cargo de los efectos colaterales.
No hay espacio acá, no. Y me estoy asfixiando de los muchos lugares que sobran aquí.

El mundo del viento

Duendes invisibles que traspasan, empujan y acarician todo.
Duendes color aire saltando amontonados, cantando en los oídos de todos.
Duendes por doquier escapando a nuestros ojos. Visibles al tacto.
Duende, duendes.

Diluvio.

Ganas insaciables de irme. Tomarme el primer tren y alejarme de la ciudad bajo la lluvia. Ver las gotas desde la ventana del vagón. Y luego caminar bajo ella.
Así como a mí se me hace un poco indescifrable el ser humano para interpretarlo, yo soy parte, y siento que tampoco me desifran. Está bueno eso. Y los malentendidos también.
Se extinguieron las mariposas en esta época del año. Y las ilusiones.. ellas son de cristal, pero un cristal ya roto.

Estado de coma.

De repente todas las historias de fantasía salidas de mi cabeza, han recobrado vida.
Y sin embargo, no debían hacerlo. Son momentos de impulsos.
A veces creo que habló más de lo que debería, aunque sea de pocas palabras.
O mejor dicho, que lo que digo no es lo que habría que...
Me dí cuenta que murieron muchos fantasmas, especialmente los tuyos... ¡sí! al fin te fuiste de mi cabeza.
Irradia felicidad el hecho de saber que ya no estás metido entre líneas, entre pensamientos y comparaciones.
Simplemente no estás más, te heché al olvido hace tiempo, pero hoy lo reconozco.
Es un poco raro igualmente imaginar que ya no me inspirarás más, no sé de dónde vendrá.
No me arrepiento de nada. Sólo decía que las cosas se van dando de cierta forma que con mi baja autoestima no conviven en paz.
Invisibles sí, como si fuera una extraña.. un fantasma. Es la incomodidad del acá no pasó nada, seguida por risas.