20130328

Visitas.

Esperaba que al cerrar los ojos,
tus labios se transformaran
en los labios que
ayer, envuelta en sus brazos
dibujé con mi mano.

Humanos complicados.

Esa cueva nos transforma.
El estar solos sin nadie al rededor
nos crea un mundo, que es mucho más bello
si estamos enredados y desnudos.
Ese juego en el que se nos dibuja todo,
la clandestinidad que envuelve
cada encuentro, y los libretos que nos tocaron
con mezcla de drama, porno y comedia.
Es tu forma de ser, tu ideal y tu sonrisa
lo que me llevó hasta allá, lo que me
hace hoy querer alejar.
Y sin embargo, no sé cómo dejar
de darle lugar a algo que disfruto.
Sin capacidad para privar nada,
con miedo de las consecuencias.
Pensando afuera, dejandome llevar adentro,
siguiendo impulsos cada tanto.
Y en la realidad llevamos vidas tan
distintas y vacías del otro,
como si nunca nos hubieramos cruzado
en este mundo.


20130311

Tal vez..

Paso, aplauso, salto, espero, aplausos, grito.
Cuerpos deseando brillar.
De acá para allá, mientras el piano
dulcemente inventa un mar
en el que sólo te dejas llevar
por la corriente y es más fácil.
Y no sé si ser como un florero,
como un animal, como un robot,
como una persona 'correcta', o como el niño
sin impulsos que reprimir.
Sin forma, sin mucha certeza.
Pero un gran deseo en la mano,
en el cuerpo entero, hasta en la
traspiración. Lo único que
trasmitía con todas mis partículas
era ese deseo.
Y aunque parezca que lo empañé,
sólo cuido que no haya llegado
cuando no tenía que.
Los nervios no existen.
Es como un juego, uno para grandes
y toda la adrenalina de jugarlo
sin entender bien la reglas quizá,
pero ansias de ver el resultado
y por último hasta llegar a poder crecer.