Tres fósforos de uno en uno encendidos en la noche.
El primero para ver tu rostro todo; el segundo
para ver tus ojos; el último para ver tu boca, y la
completa oscuridad para recordarme todo eso al
estrecharte entre mis brazos.
El primero para ver tu rostro todo; el segundo
para ver tus ojos; el último para ver tu boca, y la
completa oscuridad para recordarme todo eso al
estrecharte entre mis brazos.
Jaques Prevert.