20120516

Una llamita

Sólo tres pequeñas chispitas tuvieron la capacidad de darle vida a la vacilante llamita. Indistintamente capaces. Diferentes intensidades. Erroneamente estimulantes, y a la vez, tan certeras todas y cada una de ellas.. pero sí, diferentes dentro de la similitud que las englobaba.
Una de ellas, la chispita que parecía más duradera, la que parecía la verdadera y se creía infinita, fue la que hizo en su desaparición que la llamita practicamente se apagara. Luego volvió pero esa llamita se vio capaz de encenderse con otra, y ahi entendió que no habia una 'única chispa'. Sin embargo e ignorando, esa mágica reacción que generaba la nueva chispita que ninguna otra pudo igualar, la dejo tirada por ahí chispando hacia otras llamas, y ésta llamita volvió a la primera y antigua chispa con mucha ilusión. Ilusiónes rotas y fuego débil otra vez, de nuevo y por mucho tiempo. Hasta que la tercer chispa apareció, vacilante ilusión creó, el fueguito de a poco intentaba crecer, pero igual no podía. Y al final, quedó más apagada todavía. La llamita entendió que la tercer chispita sirvió para confirmar el desprendimiento de la más antigua, pero sin embargo con es nueva desaparición, esa fue a la que más añoró.
Ahora dice no ser tan débil, la fuente de su intensidad pasó a ser dada por otra clase de chispitas alegres que desparraman muchas sonrisas y abrazos.