20120217

Silencio

Después todo fue silencio. El silencio eran todos los dolores que crecían sin piedad. Sin piedad por el silencio. Sin misericordia por los quejidos. Por ese rencor como de odio o de pasión por la vida del naúfrago que relata la adversidad:.. y mientras corríamos por esa llanura de roca pelada, supimos lo que se llamaba libertad. Pero nuestra alegría quedó atada al destino de los otros compañeros en prisión.