Pensamientos pesados, fuerzas que disminuyen, minutos que corren y con cada segundo que muere, aumenta el dolor.
Cosas imposibles realizadas, lo inimaginable hecho realidad, y las ilusiones hechas polvo.
Dulces palabras como besos de abejas, ¿Y yo? Yo en una enredadera, ¿Y ellos? Ellos en un altavoz gritando, ¿Y él? Él rompiendo todos mis esquemas y quebrando caminos marcados en el mapa, desconcertando, ¿Y los demás? Los demás demasiando, a la espectativa y listos para un nuevo rumbo, o retomar el anterior.