De porcelana, asi de frágil y facil de terminar estallando en miles de pedacitos desparramados, así como también llendo a la deriva con lo que dicte el viento, como si fuese una hoja desprendida por el otoño de su árbol, que baila y baila flotando en el aire hasta tocar tierra firme esperando la próxima correntada de viento que le dé diversión.
Llendo a la deriva, flotando y desvaneciendo.
Llendo a la deriva, flotando y desvaneciendo.